¡Dios te Salve María!

La HUMILDAD es el fruto del Misterio de la Anunciación: Hay una humilde oración ante la que el Demonio tiembla; principalmente el demonio pestilente del protestantismo. No hay, después de oración Dominical, Pater Noster, oración más grande, su poder bíblico descolla al más empinado Libre Examen, al más encumbrado Portento de Herejías. Ella dice:


En la lengua de la Iglesia:

Ave Maria, gratia plena,

Dominus tecum,

benedicta tu in mulieribus,

et benedictus fructus ventris tui Iesus.

Sancta Maria mater Dei,

ora pro nobis peccatoribus,

nunc, et in hora mortis nostrae.

Amen.

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En la lengua del Evangelio:

Χαίρε, Μαρία, κεχαριτωμένη

ο Κύριος μετά σοῦ,

ευλογημένη σὺ εν γυναιξί,

και ευλογημένος ο καρπός

της κοιλίας σοῦ, ο Ιησούς.

Αγία Μαρία, Θεοτόκε (μητερ Θεου),

πρέσβευε υπέρ ημών των αμαρτωλών,

νυν και εν τη ώρα του θανάτου ημών.

Αμήν.

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Significando:

Dios te salve María, llena eres de gracia,

el Señor es contigo;

bendita tú eres entre todas las mujeres,

y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios

ruega por nosotros, pecadores,

ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.