Mostrando entradas con la etiqueta Ntra Señora Milagrosa del Pilar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ntra Señora Milagrosa del Pilar. Mostrar todas las entradas

martes, 27 de diciembre de 2011

Virgen del Pilar: Historia y Milagros

¿Milagros?¿Por qué no crece una PIERNA AMPUTADA?

Representación escultórica de la pierna cortada de Miguel Juan Pellicer, en la clave del arco de la portada del Templo del Pilar de Calanda


¿Milagros? ¿Por qué no crece una PIERNA AMPUTADA?

Esta es la pregunta que hacía el blasfemo Zola para burlarse de los milagros de la Virgen de Lourdes. No sabe que la Virgen del Pilar y la historia ya le habían respondido en 1640, con el famoso "Milagro de Calanda".

Aquí la proclama del Arzobispo de Zaragoza:
«Una vez examinado todo, nosotros decimos, pronunciamos y declaramos que Miguel Juan Pellicer, habitante de Calanda, de quien se ha ocupado el presente proceso, ha recuperado milagrosamente la pierna derecha que le había sido amputada. Esta restitución no puede ocurrir naturalmente, sino que ha ocurrido de forma admirable y milagrosa (mirabiliter et miracolose) y debe registrarse como un milagro, puesto que concurre todo lo que – según el derecho – corresponde a la esencia de un auténtico prodigio. Por tanto, reconocemos el hecho presente como un milagro y lo autorizamos; y, así, nosotros decimos…».

Y he aquí lo referente a Miguel Juan Pellicer.

Miguel Juan Pellicer Blasco (n. Calanda (Teruel); marzo de 1617- f. Velilla de Ebro (Zaragoza); 12 de septiembre de 1647). Famoso por el milagro que la Virgen del Pilar obró en él.
Nació en Calanda (Teruel) en marzo de 1617; fue bautizado el 25 del mismo mes. Fue el segundo hijo de ocho hermanos, de una humilde familia de labradores.

Amputación de su pierna:
A los 19 años, a finales del año 1636 o inicios de 1637, deja la casa de sus padres y se traslada a Castellón, a casa de un tío suyo por parte materna. Llevando, un día de finales de julio de 1637, un carro cargado de trigo y tirado por dos mulas, sobre una de las cuales cabalgaba Miguel Juan, cayó éste a tierra, pasándole una rueda del carro sobre su pierna derecha, fracturándole la tibia en su parte central.

Es trasladado a Valencia e ingresa en el Hospital Real el día 3 de agosto de 1637, según consta en el Libro de Registro, que aún se conserva. En este hospital sólo permanece cinco días, ya que añora sus tierras de Aragón. Solicita permiso para trasladarse a Zaragoza, y después de casi dos meses de viaje llega a su destino, a primeros de octubre de 1637.
La primera visita que realiza en Zaragoza, nada más llegar, es a la iglesia de Nuestra Señora del Pilar. Y a continuación es ingresado en el Hospital General de Nuestra Señora de Gracia. Es aquí donde, según consta en todos los archivos, se le amputa la pierna "cuatro dedos más abajo de la rodilla". Enterrándose dicha pierna en el cementerio del hospital, dentro de un hoyo "como un palmo de hondo". Se le dio de alta en el hospital, se le colocó una pierna de madera y se le proporcionó una muleta en la primavera de 1638.
Hubo de recurrir a la limosna para poder vivir, hecho que realizaba en una de las puertas del Templo del Pilar, en Zaragoza. Y aprovechaba esta circunstancia para oir misa todos los días en la Santa Capilla, a la vez que se ungía, con aceite de las lámparas, el muñón de la pierna para intentar suavizar el dolor.
Esta vida de Miguel Juan duró unos dos años, ya que decidió volver a su casa de Calanda.

La noche del milagro:
En la primera semana de marzo de 1640 inicia su viaje de retorno a Calanda. El 29 de marzo de 1640, y después de una dura jornada de trabajo en su casa, al llegar la noche, y habiéndole preparado su madre una yacija improvisada con un serón de esparto y sobre él un pellejo, al lado del lecho conyugal, debido a que su habitación la empleaba un soldado que se alojaba en su casa, se duerme. Eran, aproximadamente, las diez de la noche.
Las crónicas señalan que entre las diez y media y las once de la noche entran sus padres en la habitación "a luz de candil", y perciben una "fragancia y olor suave no acostumbrados allí", y al acercarse su madre para comprobar cómo se había acomodado Miguel Juan en el lecho improvisado de aquella noche, lo encuentra durmiendo; pero, repentinamente, ve admirada que por debajo de la capa paterna asomaban dos pies cruzados. Comprobaron, Miguel Juan y sus padres, ya en los primeros momentos, a la luz del candil, la persistencia de viejas cicatrices de la "pierna amputada" en la "nueva pierna".
Acta notarial del milagro:
El día 2 de abril, cinco días después del milagro, concretamente el Lunes Santo, D. Miguel Andreu, notario de Mazaleón, levanta acta notarial de "tan impresionante hecho". El original de esta Acta Notarial, con todo el protocolo del año 1640, se conserva en el Archivo del Ayuntamiento de Zaragoza.
El 25 de abril, Miguel Juan y sus padres llegan a Zaragoza para dar gracias a la Virgen del Pilar. El Cabildo de Zaragoza remitió al Conde-Duque de Olivares la información del hecho para que, a su vez, la pusiera en conocimiento del rey Felipe IV.
Declaran en dicho proceso: Facultativos y sanitarios (5 personas), entre ellos el cirujano que le amputó la pierna, familiares y vecinos (5 personas), autoridades locales (4 personas), autoridades eclesiásticas (4 personas), personajes diversos (6 personas, destacando a dos mesoneros de Samper de Calanda y de Zaragoza).


Casa-Museo de Miguel Pellicer en Calanda:

La archidiócesis aragonesa reconoce el hecho como "milagro" el día 27 de abril de 1641.
El 14 de Junio de 1641, Miguel Juan retorna a su comarca bajoaragonesa. En el otoño de este mismo año viaja a Madrid para ser presentado al Rey Felipe IV, el cual, como es sabido, tiene la deferencia de besarle la pierna. Posteriormente queda desligado de la tutela del Cabildo del Pilar, y viaja a Valencia. Posteriormente regresa a Calanda.

A finales del siglo XVII comienza la construcción en Calanda de un templo, el denominado Templo del Pilar, ubicado en la casa de Miguel Pellicer y dedicado a la Vírgen del Pilar, a quien se le atribuye el milagro. Donde antes se ubicaba la habitación de Pellicer, en la actualidad hay una capilla en honor al milagro.
El acta notarial del proceso de 1641 fue traducida a diversas lenguas, entre ellas la latina, que dos años después fue remitida al papa Urbano VIII, quien se dio por enterado pero no se pronunció sobre el hecho.

Fallecimiento:
El último vestigio de las fuentes manuscritas acerca de Miguel Juan parece ser la inscripción en el libro de difuntos de la parroquia de Velilla de Ebro (Zaragoza) el 12 de septiembre de 1647, que literalmente dice: "A doce de septiembre murió Miguel Pellicer, dijo que era de Calanda, y lo trajeron aquí desde Alforque más muerto que vivo; y el que lo trajo dijo que el Vicario de Alforque lo había confesado; con todo eso lo volví a confesar y dijo algo. Y le administré el Sacramento de la Unción y se enterró en el cementerio"


¡Salve Santísima Virgen del Pilar!
 
 
fuente: La Puerta Angosta

Virgen del Pilar: Tradición y Milagros

 

 

LA VIRGEN DEL PILAR: historia, tradición y milagros

 

Nuestra Señora del Pilar
  • Historia y Tradición
  • Milagros: El milagro del cojo de Calanda 


NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
Fiesta 12 de Octubre
Según antiquísima tradición la Santísima Virgen María estando aún con vida, antes de su gloriosa asunción al cielo, se apareció una noche en carne mortal al Apóstol Santiago a orillas del Ebro mientras se encontraba éste en oración profundamente afligido por la impiedad de las tierras que, sin éxito, intentaba evangelizar. Era deseo de la Santísima Virgen animarle a proseguir su apostolado en estas tierras ibéricas manifestando, así, una gran predilección por este pueblo de raza española; predilección ésta que ha sido ampliamente correspondida a lo largo de la historia por la devoción que todos los pueblos de origen hispánico han profesado a tan venerable Señora especialmente bajo el título del Pilar. La basílica que se levanta en Zaragoza ha sido desde tiempos muy remotos centro de grandes peregrinaciones y foco hacia el cual han convergido las súplicas y esperanzas de los católicos españoles en las horas amargas de las grandes persecuciones que contra la Iglesia ha desencadenado la impiedad. ¡Sea Nuestra Señora del Pilar la que guarde y defienda la fe y la unidad de la raza española y la colme de abundantes gracias y bendiciones celestiales!
Tradición e Historia de la Virgen del Pilar
Hacia el año 40 después de Cristo; España, la más importante y fructífera región de la Bética era tierra pagana sumergida en la idolatría. El apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo del Zebedeo, tuvo la santa inspiración y bendición de la Santísima Virgen para predicar en tierras españolas y tal como atestiguan ciertos documentos del siglo XIII que se conservan en la Catedral de Zaragoza; pasando por Asturias, llegó con sus nuevos discípulos, a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón. El territorio se conocía con el nombre de Celtiberia donde actualmente está situada la ciudad de Zaragoza. Allí predicó muchos días y entre algunos de los conversos, eligió como acompañantes a ocho hombres con los que trataba del reino de Dios. En la noche del 2 de enero del año 40 Santiago oyó voces de ángeles que cantaban “Ave María gratia plena” ("Dios te salve María, llena eres de gracia") y vio aparecer a la Virgen María sobre una columna de jaspe. La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal,  pidió al Apóstol que se le construyese allí una capilla con el altar en torno al pilar celestial y prometió que ese sitio permanecería allí hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obrase portentos y maravillas por su intercesión con todos aquellos que en sus necesidades implorasen su patrocinio. Santiago y sus ocho compañeros, testigos también del prodigio, comenzaron inmediatamente a edificar una ermita con la ayuda de todos los conversos y que recibió el nombre de Santa María del Pilar. Santiago dejó España y se trasladó a Jerusalén, tal como la Santísima Virgen le había ordenado y la fue a visitar a Éfeso; donde, a causa de una persecución contra los cristianos, se encontraba junto a su hermano Juan y allí la Madre de Dios le predijo la proximidad de su muerte en Jerusalén. Santiago fue decapitado en el Monte Calvario por Herodes Agripa alrededor del año 44 después de Cristo siendo el primer apóstol mártir. Su cuerpo fue llevado posteriormente a España para su entierro. Siglos después el lugar en el que fue enterrado fue hallado y llamado Compostela que significa “campo estrellado”, donde permanece hasta hoy. El Apóstol Santiago es el apóstol de la Virgen María por excelencia y le preparó el camino en España y en el Nuevo Mundo. El 12 de octubre, día del descubrimiento de América, celebramos el día de la Hispanidad o día de la Raza, siendo la Santísima Virgen del Pilar patrona de la misma. Este día se celebra también el día de la dedicación de la primitiva iglesia del Pilar asentada sobre la columna que Nuestra Señora trajo del cielo, símbolo de la solidez de la fe en Cristo y del edificio de la Iglesia Católica y que constituyó el primer templo mariano de toda la Cristiandad.
Milagros de la Virgen del Pilar
En 1438 se escribió un libro en el que se relatan numerosos milagros atribuidos a la Santísima Virgen del Pilar y que contribuyó a fomentar enormemente la devoción mariana. Fernando el Católico expresó en cierta ocasión: “creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima dedicado a la Santísima y Purísima Virgen y Madre de Dios, Santa María del Pilar, que resplandece con innumerables y continuos milagros”. A lo largo de los siglos, los milagros se han seguido produciendo y no son desdeñables los milagros de la Virgen en defensa de la fe: la toma de Zaragoza de manos de los musulmanes en 1.118, la resistencia ante el ejército francés durante la Guerra de la Independencia Española y la victoria del ejército sublevado en la Guerra Civil Española. De la guerra civil se narra el bombardeo sufrido por el templo a manos de enemigos de Cristo el 3 de agosto de 1936 cuando fueron arrojadas tres bombas defectuosas desde unos 150 metros, altura insuficiente para activar sus espoletas. Las bombas se exponen a los lados del Camarín de la Virgen e integran la larga lista de hechos milagrosos que se le atribuyen. Entre los milagros encontramos también la asombrosa curación de doña Blanca de Navarra, a la que se creía muerta; la curación de invidentes como el niño Manuel Tomás Serrano y el organista Domingo de Saludes y el muy famoso milagro de Calanda realizado a Manuel Pellicer y que a continuación pasamos a relatarles.
El Milagro de Calanda
“Miguel Pellicer, vecino de Calanda,
tenía una pierna muerta y enterrada.
Dos años y cinco meses, cosa cierta y probada,
por médicos cirujanos, que la tenía cortada.
Se acostó en la cama y por la mañana,
se encontró la pierna sana como estaba”
(Romance Popular)
La noche del 29 de marzo del año 1.640 Nuestra Señora del Pilar restituyó a Miguel Juan Pellicer, joven labrador, una pierna que le habían cortado en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia y que estaba ubicado en lo que actualmente es la Plaza España de la ciudad de Zaragoza. La pierna se encontraba enterrada en el cementerio del hospital desde hacía dos años y cinco meses. El joven mutilado, provisto de una pata de palo y de una muleta, alternaba algunos trabajos fáciles con su asidua asistencia al templo del Pilar en el que solía pedir limosna y se encomendaba con fervor a Nuestra Señora, ungiendo el muñón de su pierna con el aceite de las lámparas encendidas en honor a la Virgen. Dos años y algunos meses después de la amputación Miguel regresó a la humilde casa de sus padres que estaba situada en la ladera del castillo de Calanda a 118 Kilómetros de Zaragoza, donde pedía alguna limosna para no agravar la pobreza de sus padres. El jueves 29 de marzo el joven había pasado el día trasladando estiércol desde una era al corral de su casa. Esa noche Miguel se encontraba muy cansado y se reunió, en torno a la lumbre, con sus padres y unos vecinos y delante de ellos se quitó la pierna de palo y los paños sobre los que acomodaba la rodilla. Estando ya en su cuarto, sobre las diez y las once de la noche, entró la madre y vio que, por debajo de la cubierta de la cama, asomaban dos piernas y desconcertada fue a llamar a su marido. Al entrar éste en la habitación notó un olor no acostumbrado en la casita, la habitación estaba en perfecto orden y de la cubierta de la cama sobresalían dos pies. Miguel había recuperado su pierna, la misma que antaño había sido mordida por un perro y que conservaba incluso la vieja cicatriz. El sólo recuerda que soñaba que se ungía el muñón en la capilla de la Virgen de Zaragoza. Tanto Miguel como sus padres tuvieron claro que se trataba de un milagro de Nuestra Señora del Pilar que había intercedido ante su Hijo Santísimo y Redentor Nuestro, para que le devolviese la pierna que había sido enterrada ya gangrenosa en el hospital hacía más de dos años. Del milagro de Calanda han quedado muchísimos testimonios y pruebas documentales: médicas, notariales, eclesiales, etc. Fueron muchísimas las personas que conocieron a Miguel Pellicer y declararon el prodigio. Es un milagro portentoso que consiste en una auténtica resurrección de la carne y que puede ser probado hasta en los más mínimos detalles.